El hombre que se enamoró del espacio

Qué mejor oportunidad que el Día Mundial de la Astronomía para presentar el disco-libro de Antonio Arias (líder de Lagartija Nick), Hello Earth / Hola Tierra de Alfred Worden (Chesapik 21). Un proyecto en el que han formado parte el Instituto Cervantes, el IAA-CSIC y el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC, y con el que pudimos flipar (no se nos ocurre otro calificativo) todos los que tuvimos la suerte de estar anoche frente a las famosas escalinatas del CSIC.

En julio de este año se cumplieron 50 años de que Al Worden, astronauta de la NASA e ingeniero estadounidense, pasara tres días solo en la nave que orbitaba la Luna mientras sus compañeros caminaban por el satélite. Worden, que tiene el récord de permanencia aislado de la humanidad, volvió como muchos otros, sorprendido y transformado de la experiencia en el espacio exterior, convirtiéndose en una persona diferente. Como dice Antonio Arias, “salieron astronautas y militares, y volvieron lunáticos, hippies y humanistas”. El legado que dejo Worden tras su experiencia extraterrestre fue un poemario (“Hello Earth. Greetings from Endeavour” -Hola Tierra. Saludos desde el Endeavour-, publicado en 1974) y el líder de Lagartija Nick ha dedicado los últimos años a investigar, recopilar, traducir y componer; trasformando esos poemas, reflexiones, impresiones y pensamientos de Worden en 16 canciones.

Lo de ayer del CSIC no fue solo un conciertazo más de Antonio Arias, sino, además, una puesta en escena multidisciplinar que nos llevó de lleno al imaginario de la expedición Apolo 15. Fue música con un sonido espectacular, pero también fue un recital de poesía virtual y una exposición al aire libre, “Perspectivas”, que muestra algunos logros científicos del IAA-CSIC.

Anoche Antonio Arias y su tripulación (sus 4 compañeros de banda y Anni B.Sweet, que colabora en 3 temas -Hola Tierra, Flotando, y Lanzamiento desde las gradas-), nos llevaron de expedición por el espacio y pudimos orbitar alrededor de la soledad de Worden y de esa gran bola azul desprovista de fronteras.
Un viaje increíble que cerramos con trozos de algunos de los poemas que se nos grabaron en la cabeza y que nos ayudaron a ser, como dice el artista granadino, un poco más lunáticos y humanistas.

Quizá el hombre se ha lanzado al camino para no ver sus pies atrapados en su propio barro […]

Qué hay de las heridas de la Tierra […]

[…] La vida es demasiado preciosa para dejar que las ideas egocéntricas la apaguen […]

[…] Yo soy parte de ello pero estoy aparte de ello […]

Qué maravilla de la humanidad, que yo esté aquí […]